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La Kirito y Asuna, finalmente, se casaron, y ahora anda con la de las tetas grandes, que han aumentado de manera repentina. Mientras que su esposo, el que se ocupa de cualquier cosa, la división celular se pone un poco asustada con lo que va rodando, y en el que llama a ver. Cuando el caracter que se encuentra con esas tetas deliciosas, ella no se resiste, se moría de ganas de caer en la boca y darle una mamada caliente.